El horno es uno de los electrodomésticos que más solemos usar, aunque también es uno de los que más grasa y suciedad acumula. La buena noticia es que existen algunos trucos que pueden ayudarte a que tu limpieza sea rápida y sencilla. Tendrás la bandeja del horno limpia en cuestión de minutos.
Uno de los remedios más eficaces es utilizar vinagre y bicarbonato. Lo ideal es hacer una pasta con diez cucharadas de bicarbonato, tres de vinagre y cuatro cucharadas de agua caliente. Eso sí, añade el vinagre poco a poco para que no haga demasiada espuma. Déjalo actuar durante varias horas y retira la mezcla con una esponja y agua con un pulverizador. Quedará como nuevo.
Otra opción mucho más sencilla es limpiar las bandejas de horno con agua caliente. Para ello sácalas y quita el exceso de grasa con un papel de cocina. Luego pon en el fregadero agua hirviendo con un poco de lavavajillas, mete la bandeja y déjala un par de horas. Después friégala normalmente.
El limón, además de ser muy eficaz contra la grasa, elimina los olores. Para limpiar la bandeja de tu horno añade agua con zumo de limón y su cáscara, enciéndelo y déjalo durante media hora. Retira la bandeja y lávala cómo siempre.
En el caso del vinagre, pon en una botella con pulverizador tres partes de agua por una de vinagre, echa la mezcla en la bandeja, deja actuar veinte minutos y limpia como de costumbre. El vinagre es un potente desinfectante que, además, ayuda a mantener las superficies limpias y sin grasa.
Una vez limpia, es recomendable seguir un mantenimiento para que la bandeja de nuestro horno no acumule grasa ni comida quemada. Una forma de hacerlo es cubriéndola con papel de horno, sobre todo si vas a cocinar alimentos que desprenden mucha grasa.
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