Si uno de tus propósitos de nuevo año es conseguir un vientre plano, estate atenta a la siguiente criba. Tu cocina ya está temblando…
¿Sabías que…
Hay tres cosas que siempre deben formar parte de un desayuno saludable:
Hidratos de carbono: Pan integral, fruta y frutos secos (almendras o nueces).
Proteínas: Huevo, pollo, jamón, atún, salmón y queso fresco
Grasas saludables: Aceite de oliva, aguacate
Controla la ingesta de fibra en el desayuno
«Comer grandes cantidades de fibra por la mañana te dará gases«, explica la nutricionista Lisa DeFazio. La fibra es importante para regular el tránsito intestinal, siempre que no nos excedamos, como con todo. Intenta reducir la cantidad e hidrádate bien para que el agua la mueva por el tracto digestivo.
Nada de bollos «bajos en grasa»
La gran mentira alimenticia del siglo XXI. Etiquetas como «O% Azúcar», «Light» o «Bajo en grasa» son altamente engañosas y atractivas al mismo tiempo. Los bollos con dichas especificaciones no son una opción saludable debido a la alta cantidad de harina procesada (azúcar y sal) que contienen. ¡Hasta nunca!
Solo una pieza de fruta, mal
Sí, empezar el día con una pieza de fruta es sano y necesario por sus aportes vitamínicos y antioxidantes. Pero, ¿la fruta y ya? Si no la acompañas de alimentos ricos en proteínas, como huevo o atún, te entrará hambre enseguida.
Adiós a los yogures de sabores
Si bien el yogur, en general, puede ser una buena fuente de proteínas, calcio y probióticos, el alto contenido de azúcar que tienen los de sabores anula sus beneficios«, destaca la nutricionista Rebecca Lewis.
Fruta antes que el zumo
A no ser que tú misma exprimas las frutas y te bebas «los grumos». Esos grumos que tanta gente odia contienen casi toda la fibra y demás propiedades nutricionales de la fruta. Aunque la opción ideal a día sigue siendo comerse la fruta entera.
Es sencillo, si quieres empezar el día con energía, no puedes darle al cuerpo solo cafeína. Intenta acompañar el café con fuentes de proteínas y vitaminas para que el hambre no te haga pecar más tarde.
Las proteínas, nuestras mayores aliadas
Una comida alta en proteínas está asociada con un nivel de azúcar estable en la sangre hasta tres horas después del consumo de comida. De esta manera se convierten en un factor clave de cara a nuestra sensación de saciedad.
Una sensación que debemos cortar desde el desayuno para reducir la aparición de grasa. En definitiva, adiós bollos, hola proteínas. ¿Cómo lo veis?
Este año no te escapas vientre plano, ¡vamos a por ti!
Y es que si buscas perder peso de cara a las vacaciones de verano ya sabes que es importante no solo atender a la cantidad de los alimentos, sino también a la calidad de los mismos. Por eso esa tan importante escoger muy bien qué comer en esta primer ingesta del día: te hemos dado ya las claves para elegir el más saludable y menos calórico.
