El tiempo pasa y todo evoluciona a su ritmo. Algunos aspectos han cambiado mucho si echamos la vista 10 años atrás, otros no tanto. Pero, si hay algo que hemos aprendido es que todo a la larga cambia: las costumbres, las calles, el transporte, los trabajos… y la alimentación también.
Desde la dieta mediterránea, hasta integración de los conceptos de “veganos” y “vegetarianos” han pasado muchas cosas. Rumores, mitos alimenticios, comida ‘irreal’… ¿Te imaginas cómo será todo eso en el año 2030? Te contamos como se plantea que sea la alimentación del futuro.
El diario El Correo ha recapitulado algunas predicciones basadas en lo que han dicho cinco expertos sobre qué pasará con las rutinas alimenticias dentro de diez años. La dieta de los españoles ha cambiado mucho sin darnos cuenta, incluso la forma de comprar los alimentos y cómo vienen empaquetados es diferente.
Hay tendencias que ya están escribiendo lo que nos deparará en el ámbito de la comida en el futuro, así como a la industria alimentaria. ¡Incluso influirá a la presencia de los envases!
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Respecto a la forma de comprar, ya empiezan a verse cada vez más mercados y supermercados que venden los alimentos a granel. Y no solo la comida, sino cualquier tipo de producto. Esto significa que ahorras en ir a comprar ya que compras grandes cantidades. “Incluso hay máquinas de champú donde rellenas tu propio bote”, cuentan.
En algunos países se ha vuelto a la tendencia de devolver ciertas cosas para recuperar algo de dinero. Es una manera sostenible de ahorrar. España podría seguir esta dirección en el futuro. Se puede empezar por algo tan simple como devolver los tapones de las botellas.
En la actualidad ya hay gente que come menos carne, otras personas incluso la han eliminado de su dieta. Eduard Baladia es un dietista nutricionista de la Academia Española de Nutrición y Dietética que ha hablado sobre el consumo de carne en el futuro basado en el actual. “Ni hace falta tanta carne, ni es sostenible para el planeta. Así que nos alimentaremos sobre todo de plantas, lo que, según muchos estudios, es muy beneficioso para reducir el numero de enfermedades crónicas”, afirma.
El consumo de la carne ya ha evolucionado con el paso de los tiempos. En los años 90, las cantidades que se comían de carne estaba en el pico de la cúspide con su máxima cifra. Por suerte, ahora ha vuelto a bajar y los expertos no prevén su subida, al menos por los próximos años.
Algo bueno que nos ha dado la tecnología es que a través de internet podemos aprender muchas cosas nuevas. Entre ellas, multitud de recetas que nos enseñan a cocinar ciertos platos en versiones mucho más saludables. Las proteínas son un nutriente fundamental para nuestra alimentación y es muy importante introducirla en nuestro organismo diariamente.
Para ese entonces será muy común explotar las fuentes de proteína vegetal como la quinoa o los frutos secos. No solo la carne o el pescado pueden servirnos, es importante contemplar nuevas opciones, y en el futuro se hará. Muchos expertos han catalogado a las algas como el alimento que triunfará en el futuro, a pesar de que ahora no tiene mucho éxito.
Cada vez la población está siendo consciente de la importancia de medir las cantidades de sal que echamos a nuestros alimentos. Es muy común echar a todos los platos unas cucharadas de sal, incluso cuando estos no lo necesitan. Además, muchos alimentos ya procesados llevan cantidades gigantes de sal. Esto da un sabor adictivo haciendo que caigamos en comprar estos alimentos a pesar de saber que no son convenientes. Y el porcentaje de esto no es pequeño ya que ronda el 80%.
La OMS ha advertido en numerosas ocasiones de este problema que puede desencadenar en hipertensión. Y parece que para 2030 el consumo de este producto se habrá reducido notablemente.
Las empresas van a ir mejorando sus productos para contribuir a la sociedad más saludable. Begoña Pérez Llano es profesora de Tecnología de los Alimentos y esta es su apuesta. “Se van a ir mejorando las fórmulas para que contengan menos grasas y azúcares. También tendrán que evolucionar, ya que las nuevas fuentes de proteínas prioritarias (algas, insectos o legumbres) necesitarán sus propios aditivos para resultar más apetecibles”.
Lo que está claro es que su uso se limitará incluso se prohibirá utilizar ciertos colorantes en algunos productos donde no se pueda justificar su presencia.
Cada vez son más los ciudadanos que van con sus propias bolsas reutilizables a hacer la compra o con sus bolsas de papel o tela para comprar la verdura y la fruta. Estos pequeños gestos hacen que se reduzca mucho el consumo del plástico. Asimismo, cada vez es mayor la insistencia porque muchos alimentos que vienen envasados de transformen con otro tipo de envase ya sea el vidrio o el papel. Esto se ha notado en los últimos cinco años, los expertos aseguran que este cambio evolucionará más todavía para el 2030.
Y para nada pensar que comeremos en platos y vasos de plástico. El metal será el sustituto perfecto para poder reutilizar muchos de los objetos a los que hoy solo le damos un uso.
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