Eldiario.es ha hablado con Eduard Elié, de la pescadería Elié quien va a enseñarnos el truco perfecto para dar con ello. Es importante aprender a diferenciarlo ya que en algunos lugares pueden intentar vendernos algo de forma que no es.
“Lo importante es guiarnos por el tema visual”, empieza diciendo el pescadero. Hay que fijarse en la apariencia del pescado, este debe ser brillante y no debe estar seco. Estas dos características son fundamentales para determinar el grado de frescura de ese pescado.
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A través de los ojos también se puede saber si es del día o no. “Un ojo bien marcado, que no esté amarillo o rojo. Es importante que sean blancos”, nos explica. El cliente no puede tocar el pescado así que al acercarse debe ir fijándose en esos detalles concretos.
Además de los trucos generales, para algunos tipos de pescado sí que hay señales específicas de que ese producto es fresco. Por ejemplo, en el atún importa que siempre tenga la misma tonalidad de color, es decir que tenga la misma tonalidad de rojo. “Si varias tonalidades de rojo significan que es congelado, que lo habrán descongelado y lo intentarán vender como fresco”, cuenta.
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