Si tienes un perro en casa, pero te apetece ampliar la familia con tu gatito es importante que les presentes de la manera adecuada para que se lleven bien. Aunque es cierto que lo más probable es que no se acepten a la primera, hay que hacerles entender que van a vivir juntos.
Que estos animales tiendan a llevarse mal no significa que tu tengas que decidirte por uno u otro a la hora de elegir a tu mascota. ¡Puedes tener a los dos! Lo importante es conseguir que el perro y el gato vivan en armonía y que tu casa no se convierta en un campo de batalla entre animales.
Lo primero de todo es armarte de paciencia ya que va a costar un par de semanas que los animales congenien, al principio seguramente no será fácil. Soshi Parks, una adiestradora canina, ha dado algunas pautas que pueden servirte de guía para salir con éxito de esta aventura.
Ambos animales van a diferenciar el olor que desprenden ya que es natural que de primeras choque. Si los dos animales se huelen y parece que todo está bien, la experta recomienda que les recompenses con un premio para que entiendan que esa actitud es correcta. También ha destacado cuatro fases en el proceso de hacer que el canino y el felino se lleven bien. Todas las fases pueden durar una semana, aunque si son cachorros puede llevar algo más de tiempo.
Las cuatro fases para la amistad
Lo primero es conseguir que se huelan, pero que no se vean. Deben saber que no son el único animal de la casa, pero no deben saber quién es el otro. Esto les va a hacer ver que, aunque saben que hay otro compañero, no hay peligro ni desestabilidad en cuanto a la rutina de siempre en el hogar. Cuando ya están familiarizados con ese olor se debe pasar a la presentación de las mascotas. Hay que hacerlo de manera segura, agarrando a tu perro en un primer momento y soltándolo cuando veas que reacciona tranquilamente.
El siguiente paso es conseguir que se hagan amigos. Haz que se pongan al lado, aunque siempre vigilando sus reacciones. Ten en mano las recompensas para que entiendan el mensaje. Repite este procedimiento en las diferentes zonas de la casa para que se familiaricen a compartir espacios.
El último paso es la convivencia, solo queda que vayan pasando los días y que se acostumbren a la compañía del otro. Es importante que si todavía la situación está un poco tensa es mejor que los separes cuando salgas de casa para evitar que haya malentendidos mientras tu no estás.
