Tras veinte años de carrera musical, el gallego sabe como llegar al corazón de todos con la palabra, la que nos salva de muchos malos tragos. Andrés se ha convertido en la evasión perfecta de la realidad, de la que en muchas ocasiones necesitamos desconectar.
Con estas canciones, empezamos a sentir más que a escuchar. Como él mismo sostiene, se considera una mezcla entre mar, el símbolo de la pura experiencia de la vida en el paso del tiempo, y entre música. Estos dos conceptos juntos, no presentan ningún límite concreto.
Este es un rincón del cantante en el que no se dirige hacia otra persona, sino hacia él mismo. Escrito como necesidad de decir adiós, un punto y final necesario, una última lágrima.
Deja de mirarte tanto, que la luna brilla
Que no hay más mentira que la de tus labios
Que la vida corra, que cuando sea blanco
Tu cabello, sientas paz adentro
El mar, importante símbolo en esta canción, define visualmente la historia de un desamor.
Voy a hacerte una canción
Que hable en realidad de ti
Voy a ser la habitación
Donde te miraba al dormir
Voy a hacer de ti
Solo una canción
Que será Madrid
Sin nosotros dos
Háblale de mi
A otro como yo
Yo estaré sin ti
Tu estarás mejor
El tono de la canción lo dice todo. Aborda un amor no correspondido con connotaciones de sufrimiento, patentes en la letra.
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Vuelve
Y vuélvete a reír mientras bailamos
Y riégame el jardín que ya no llueve
Mañana hay una fiesta y me ha invitado
El ron a hacerme daño
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