Ana Rosa conectaba en directo con una de las reporteras desplazadas en La Palma para conocer las novedades y algún testimonio de los vecinos de la zona. En este caso, la conexión recogía la conversación de la reportera junto a una vecina de la zona. La acompañaba a su casa para ayudarle a recoger sus bienes de la casa que iba a ser devorada por la lava incesante del volcán.
Este reportaje contaba con el permiso de la Guardia Civil, pero el riesgo que suponía terminó por hacer que el agente llamase a la cordura y responsabilidad en pleno directo a la periodista Ana Rosa Quintana por el hecho que estaba sucediendo en su programa.
La periodista, que se encontraba en las inmediaciones del volcán La Palma, acompañaba a una mujer a su domicilio. Durante ese trayecto, el equipo se encuentra con la lava que esta sepultando el huerto del hogar de la mujer. La periodista alertaba del peligro: ‘Estábamos impresionados, se notaba que se inhalaba un gas mucho más fuerte que lo que encontrábamos justo detrás y al salir de la zona notamos ese dolor de garganta, cabeza y en los ojos’.
De esta manera, se advirtió al Guardia Civil de lo cerca que habían estado en peligro. El agente no podía tolerar esto y no dudó en quejarse en directo ante la imprudencia cometida. Ante la atenta mirada de Ana Rosa Quintana, el capitán del cuerpo de seguridad, Ángel Cervera, aprovechó para acusar a la presentadora como responsable de algo que pudo acabar en tragedia.
‘Lo que hicisteis vosotros ayer es un riesgo grande, porque pusisteis vuestra vida en peligro y la nuestra por tener que ir a por vosotros después. Os pediría que esas cosas no has hicierais‘, relató el agente.
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Desde plató, la periodista no restó importancia a la acusación de Ángel y confesó que ‘aceptamos la regañina. Es verdad que nosotros también le dijimos que Miriam no es ninguna kamikaze, fueron a la huerta con la señora y se encontró con eso. Es cierto que es peligroso y tenemos que tener cuidado. Muchas gracias por ayudarnos’.
Tras esta situación un tanto embarazosa para el programa, Ana Rosa concluyó que ‘Nos han dado un capón. Tiene razón por una parte, pero por otra… no fue intencionado. Fue a la casa donde se lo habían permitido. Es que somos periodista si no nos pusiéramos al frente de los sitios no habría corresponsales de guerra. Entiendo que los periodistas hacemos lo que tenemos que hacer para dar una información’.
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