Alimentos caducados, ¿sabes cuales puedes comer sin arriesgar tu salud?. Organizarnos mal a la hora de hacer la compra suele ser la causa de que tiremos 7,7 toneladas de comida al año en los hogares españoles.
Un dato que proporciona la app Phenix, que nace para darle una segunda vida a alimentos que están a punto de tirarse.
Debemos aprender a leer las etiquetas de los alimentos y sobre todo aprender a diferenciar entre caducidad y fecha de consumo preferente. Un estudio de la OCU afirma que alrededor del cuarenta por ciento de la población no distingue ambos conceptos.
La doctora Esther Carrera, Profesora de Higiene y Salud Alimentaria de la Universidad CEU San Pablo , en declaraciones a Uppers afirma que todos los productos en los que en su etiqueta se puede leer consumo preferente como el aceite, las latas, leche, legumbres, cereales, puré, sopas, etc… «Son productos microbiológicamente estables y no tienen el riesgo de proliferar microorganismos en ellos. Es, por ejemplo, el caso de las galletas, que aun pasada su fecha de consumo preferente no suponen ningún peligro para nuestra salud. Pierden calidad, pero en ningún momento seguridad»
Aunque no debemos exceder unos plazos. Por ejemplo el pan de molde podemos comerlo hasta dos semanas después de lo indicado,
Zumos, cereales y salsas tienen más margen, tres meses y el café, las legumbres, la harina, la pasta, el arroz y las conservas, el plazo se extiende hasta el año.
Respecto a los primeros, la doctora Carrera afirma que
«Debido a su composición –leche fermentada con dos tipos de microorganismos- no es posible que se desarrollen patógenos en él. Por lo tanto, si se mantiene la cadena de frío y no se rompe el envase, no se pone en mal estado. Puede acidificarse y variar su calidad, pero no pone en peligro al consumidor aun caducado»,
En cuanto a los huevos debemos tener mucho más cuidado, mantenerlos refrigerados y nunca consumirlos pasados 21 días desde que los compramos.
El truco de la abuela, ponerlos en un vaso con agua con sal, si el huevo se hunde es fresco, si se queda en el medio no hay peligro y si flota lo mejor es tirarlo.
Aunque congelar un alimento frena considerablemente la proliferación de microorganismos, un alimento congelado también tiene fecha de caducidad.
La carne grasa aguanta cuatro meses, la carne magra doce meses, las aves crudas entre seis y nueve meses, el pescado blanco seis meses y el azul tres, siempre en crudo.
Las bebidas vegetales, la leche o los zumos tienen consumo preferente pero podemos tomarlos sin riesgo siempre que estén cerradas hasta tres meses después. Algo que no ocurre con los productos hechos con leche fresca o sin pasteurizar, cuya fecha de consumo debemos cumplir a rajatabla.
En los refrescos podemos excedernos hasta nueve meses sin riesgo, no se consideran productos perecederos al igual que el vino y el alcohol a partir de diez grados.
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