Europa ve como las nuevas cepas –la británica y la sudafricana– han incrementado el índice de contagios y busca la forma de mitigarlo.
De hecho, la variante británica del coronavirus está presente ya en 60 países, en diez más que los contabilizados el 12 de enero, según los datos de ayer de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por eso, advierte a sus ciudadanos del nuevo tipo de mascarillas que deberán usar, dejando de lado las artesanales de tela y las higiénicas, cuya protección es menor.
Ambos países ya han anunciado que solo se permitirán las mascarillas profesionales, bien quirúrgicas o las FFP2, para acceder al transporte público, a los comercios o a los servicios administrativos gubernamentales. Según los expertos, solo las mascarillas profesionales ofrecen un nivel aceptable de protección porque filtran, al menos, un 90% de las partículas en suspensión.
Las mascarillas de tela o artesanales -homologadas- o las quirúrgicas, sin embargo, filtran solo el 70% de las partículas.
De momento en nuestro país, Sanidad permite el uso de mascarillas higiénicas ( pueden ser de tela) para aquellos ciudadanos que no presentan síntomas de Covid-19. No sabemos si se sumará en breve a la tendencia europea de exigir las FFP2.
Si importante es el tipo de mascarilla que utilizas, también lo es la forma en la que la usas, te la pones o la quitas.
1º Lávate las manos antes de ponerte la mascarilla
2º Coge la mascarilla por las tiras de sujección
3º Colócala en tu rostro con la parte más rígida a la altura de la nariz para que se ajuste mejor
4º Vuelve a lavarte las manos y sal a la calle
5º Para quitártela: coge de nuevo las tiras de sujección, retira la mascarilla sin tocar la parte delantera, métela en una bolsa, hazle un nudo y arrójala al cubo de la basura tras hacer un nudo.
6º Y, una vez más, vuelve a lavarte las manos
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