Alejandro Sanz llora la muerte de un familiar por culpa del cáncer

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Esta madrugada Alejandro Sanz sorprendía compartiendo un tuit lleno de rabia y dolor: «Puta vida. Que me ilusionas y luego me arrancas el alma«. El artista preocupaba con ello a sus seguidores, pues no daba detalles que explicaran el porqué de esas duras palabras.

Ha sido esta tarde cuando el madrileño se ha visto con la fuerza suficiente para compartir con sus seguidores que acaba de perder a su primo David tras una larga batalla contra el cáncer.

«Se me hace difícil hablar cuando la impotencia y la pena me invade. Hoy el mundo sería más hermoso y generoso si te hubiera retenido con nosotros… tu familia, tus amigos y todos los que te queremos incondicionalmente», compartía Alejandro Sanz en sus redes sociales junto a un carrusel de imágenes y recuerdos junto a este.

 

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Una publicación compartida de Alejandro Sanz (@alejandrosanz)

«Quien me conoce sabe, que para mí, mi familia, mi clan, es mi todo. Y este todo está incompleto«, lamentaba el artista en la misma publicación. Todo su entorno no perdió nunca la esperanza y confiaba en que este superaría la batalla a la enfermedad. De ahí que les haya costado tanto asumir la pérdida: «No sé si la esperanza nos ha jugado una mala pasada…o has sido tú, que te agarrabas a la vida con toda tu fuerza y corazón. Por eso nos cuesta tanto despedirnos de ti«.

La lección que deja en Alejandro Sanz

Alejandro Sanz ha querido recordarle y presumir ante sus seguidores de la gran persona que era: «Un ser maravilloso con el que todo lo que compartí era bueno. Se ha ido querido y arropado en todo momento«.

De igual manera, no olvida las últimas palabras que escuchó de él: «‘lo único que importa en la vida son las buenas personas’. Y tú, David, lo has sido«.

Desde Cadena Dial queremos mandar todo nuestro apoyo a la familia de Alejandro Sanz y a todo el entorno de David.

El cáncer es una enfermedad muy dura que, cuando se manifiesta en la peor de sus formas, arrasa todo tras de sí. Cuando nada se puede hacer, a uno le queda aferrarse a la lección de vida que nos dejan aquellos que se marchan en nombre del cáncer.