Normalmente asociamos aceite con grasa y si se trata de aceite facial mucho más, pensamos que nuestra piel se va a volver grasienta y que vamos a taponar sus poros, sin embargo nada más lejos de la realidad.
Precisamente una de las cualidades de los aceites faciales es que se absorben con la misma rapidez que una crema, siempre que los apliquemos en las cantidades adecuadas e incluso su contenido en aceites naturales ayudará a regular los problemas de grasa del cutis.
Si notas que a tu rostro le falta hidratación, el cosmético que puede devolvértela y con creces es el aceite facial, además es adecuado para casi todo tipo de pieles, incluso si tienes tendencia al acné.
Aceite de jojoba, de árbol de té o de lavanda entre otros muchos. Cuándo te lo apliques te dará un extra de brillo que le dará a tu rostro aspecto de buena cara y a largo plazo tu cara estará luminosa e hidratada, ya que actúan desde capas más profundas de la piel para retener la humedad e impedir la deshidratación.
Además los aceites propician la absorción de los principios activos de los cosméticos con tratamiento que usemos.
Su formulación es muy delicada y costosa. Por eso necesitamos muy poca cantidad para nuestro ritual de belleza diario. Tres gotas de aceite bastan para hidratar el cutis y el cuello. Y sus efectos se notan a medio plazo.
La maquilladora Cristina Lobato en declaraciones a la Revista Clara, afirma que a la hora de elegir un aceite es importante ver que durante su elaboración las semillas se hayan prensado en frio, manteniendo así todas las propiedades de las plantas.
Bastará con verter tres o cuatro gotas sobre la palma de la mano, e impregnar ambas para después aplicarlo directamente sobre el rostro.
Si la piel está ligeramente humedecida facilitará la aplicación y mejorara la absorción. Después puedes usar tu hidratante habitual.
Otra opción es mezclar esas gotas de aceite facial con nuestra hidratante habitual si necesitamos intensificar la hidratación, o con la base de maquillaje, para obtener una piel luminosa, esto alargará la duración de tu maquillaje y evitará que se cuartee.
Para la maquilladora Cristina Lobato estos son los mejores aceites para pieles a partir de los cincuenta.
El aceite de rosa mosqueta, rico en en ácidos grasos omega 3 y omega 6 que aportan a la piel la nutrición necesaria además de regenerarla.
El aceite de camelia tiene una alta concentración en vitaminas A, B, D y E y aporta elasticidad a la piel además de suavidad.
Y el aceite de argán del que destaca su gran poder reafirmante y la aportación de brillo extra y natural a tu piel.
La farmacéutica y CEO de Sarah Becquer, Mar Sieira explica en declaraciones a Vogue que “El de argán, el de almendras dulces o el de marula, aunque es menos conocido en España, es muy hidratante y emoliente en pieles secas”
Para piel mixta desde la marca Rowse proponen el aceite de cáñamo y para pieles grasas el aceite de cilantro o jojoba serán los más acertados gracias a sus propiedades seborreguladoras. “En estas pieles se produce un exceso en la secreción de sebo y estos dos aceites, por mecanismos celulares, son capaces de controlar este exceso y devolver a la piel el equilibrio que necesita”, explica Mar Sieira.
Para pieles sensibles la recomendación es usar agua de hamamelis con aceite de macadamia.
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