Unos hábitos de vida saludables son esenciales para mantener alejado al estrés de nuestra vida pero además también hay cosas muy sencillas que puedes hacer todos los días y que te ayudarán a llevar una vida sin estrés. Pero también los abrazos reducen el estrés.
Hacer deporte, escuchar música, meditar o respirar son algunas maneras de reducir el estrés, pero hay una forma de hacerlo que seguramente desconoces, que además de agradable es muy eficaz, al menos es lo que se deduce de algunos estudios científicos.
Está demostrado que los abrazos reducen el cortisol, la hormona del estrés. Tal y cómo explica la Revista GQ en su web, «el último estudio realizado en este sentido realizado en Alemania a finales de este años se dedujo que los participantes analizados, después de haber recibido un abrazo o de haber puesto una de sus manos sobre el corazón y el otro sobre el abdomen (como si de un autoabrazo se tratara), mostraron menores niveles de cortisol después de haber sido expuestos a una situación de estrés.»
Los abrazos reducen el estrés y el autoabrazo también
Esto es algo que además corrobora la Asociación Americana de Psiquiatría , está demostrado que el acto de abrazar reduce la segregación de cortisol, la hormona que nuestro organismo libera ante situaciones estresantes.
Además un dato curioso del estudio es que el “autoabrazo” fue considerado más agradable que el abrazo que recibieron los participantes por parte de una asistente en el estudio. Aunque hemos de tener en cuenta que no es lo mismo que te abrace un desconocido a que lo haga un amigo o un familiar.
En este sentido hay estudios previos cómo el realizado por la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, en el que hace unos años se estudió a 404 hombres y mujeres durante quince días durante los cuales se les hicieron las siguientes preguntas:
¿Alguien te ha abrazado durante el día?
¿Has sentido conflicto o tensión con alguien hoy?
¿Cuántas interacciones sociales has tenido hoy?
¿Cuál ha sido tu estado de ánimo general durante el día?
Los resultados mostraron que aquellos que habían tenido un conflicto ese día, no se vieron tan negativamente afectados si habían recibido un abrazo, al contrario de los que no lo recibieron. Aunque según sus autores, también se dedujo que un abrazo es efectivo si se recibe de alguien con el que existe un vínculo afectivo (pareja, familiar, amigo…).
Así que ya sabes, si has tenido un mal día déjate abrazar.
