Además de por cuestiones estéticas, tomar el sol tiene ciertos beneficios para nuestra salud, por ejemplo, los rayos potencian la síntesis de la Vitamina D, ayudan al metabolismo óseo, por no hablar de que con un mayor número de horas de luz nos sentimos más optimistas. Aún así y en su cara B, por mucho que nos guste presumir de bronceado no todo son ventajas y debemos tener en cuenta algunas precauciones para protegernos ante quemaduras, sequedad o cualquiera de los daños que el sol puede causar a nuestra salud, donde el más grave sería el famoso melanoma.
Si lo que quieres en conseguir un bronceado perfecto existen cinco reglas básicas que te ayudarán mucho más a lograr tu objetivo que simplemente tumbarte a esperar a que el sol cumpla su misión.
Después de todo el invierno es muy importante que pongas tu piel a punto antes de exponerla al sol. ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Mediante una exfoliación semanal de rostro y cuerpo durante la época previa, por ejemplo, a tus vacaciones. De esta forma conseguirás un tono uniforme y te pondrás moreno más rápido, además de otros beneficios de la exfoliación como la eliminación de las células muertas. Puedes ayudarte con algún gel específico, como los que contienen sales, así como por un guante de crin.
Aunque se trata de un consejo básico y que ya todo el mundo debería tener en cuenta, no está de más repetirlo. Es muy importante proteger nuestra piel frente a la radiación solar, utilizar un factor de protección adecuado (no se recomienda nunca inferior a 15 spf) y repetirnos la aplicación del protector solar cada cierto tiempo, sobre todo, si hemos estado bañándonos y haciendo algún tipo de deporte que nos ha hecho sudar. Recuerda que la protección solar no se debe utilizar únicamente cuando vamos a la playa o a la piscina, sino para cualquier actividad al aire libre y hay que hacer especial hincapié en zonas con lunares, manchas o con tatuajes.
Si crees que lo que comes no tiene nada que ver con tu bronceado, ¡te equivocas! Además de los efectos sobradamente conocidos de la zanahoria como potenciador del bronceado existen otros muchos alimentos que pueden ayudarte a conseguir un tono de moreno ideal. Mango, albaricoques, calabaza, nísperos, canónigos, espinacas o acelgas son algunos de tus mejores aliados en el plato para un bronceado radiante.
Pasarte todo el día tumbado al sol no es lo ideal por mucho que desees conseguir un bronceado perfecto. Los expertos y dermatólogos recomiendan que las exposiciones al sol no duren más de 30 minutos y nunca llevarlas a cabo en las horas centrales del día.
Existen otros métodos para ponerse moreno sin tener que permanecer exponiéndonos al sol como los cada vez más exitosos autobronceadores o los aceleradores del bronceado. Se trata de lociones que consiguen que nuestra piel luzca un color dorado y bonito en un tiempo mucho menor gracias a que estimulan la producción de melanina de nuestro cuerpo. A diferencia de los autobronceadores, que algunos tienden a dejar un tono anaranjado, por norma general proporcionan un bronceado mucho más natural. Además de en formato loción, spray o crema, también existen en el mercado ciertos complementos vitamínicos específicos para esta función.
MÁS SOBRE: