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En el Yo Confieso de hoy vamos a dar con un tema bastante habitual, sobre todo cuando éramos jóvenes y nos independizábamos: ¿Cómo doy con un buen compañero o compañera de piso?

Puede darse el caso de que sea insoportable, o en el otro extremo, que haya tanta confianza que se tome unas licencias que tú no soportas.

Ese ha sido el caso de esta atrevida, harta de que su compañera trate a su pareja como si fuera su propio novio «cada vez que puede».

Utilizaba el balcón para vengarse

Por otro lado, esta otra oyente reconocía que, de pequeña, se asomaba el balcón y esperaba a que la gente que le cayera mal pasara por debajo. «Cuando les veía, les escupía«, confiesa.

Y de pequeño también hizo este atrevido unos cuantos novillos. El problema es que en uno de ellos su grupo de amigos se pasó de la raya. Se suponía que al día siguiente debían regresar a su casa; sin embargo, continuaron la fiesta en Madrid.