Es cierto que desde que comenzó la crisis por el Coronavirus son decenas de mensajes los que nos llegan a través de plataformas de mensajería como Whatsapp o Telegram. Lo racional sería contrastar la información para verificar si se trata de un bulo más o un contenido especialmente relevante y de interés. Pero sinceramente ¿quién hace eso?
Lo habitual es empezar a compartir como un auténtico poseso ese enlace, vídeo, gráfico que nos acaba de llegar y que nos parece esencial que los demás también conozcan.
Las falsas informaciones sobre el coronavirus se han ido radicalizando. desde la frivolidad hasta el alarmismo más orgánico. Y, ahora, llegados a este punto, es mejor parar.
La app de mensajería acaba de anunciar que, harta de la desinformación, va limitar las cadenas de reenvíos. La plataforma trata de evitar de esta manera los reenvíos abrumadores que puedan contribuir a propagar desinformación.
En esta ocasión se limitarán los mensajes reenviados para que solo se puedan enviar una vez por cada chat.
Esta medida se aplica a los contenidos “altamente reenviados”, que desde el año pasado son detectados por la aplicación
Estos mensajes ya aparecen desde hace tiempo con una doble flecha que sirve para indicar que su origen no es un contacto cercano. Esta decisión complementa la creación hace semanas de una página especial en la que nos ofrecen ayuda para combatir la desinformación e incluso varios números de teléfono que funcionan como verificadores de información.
También Twitter ha desvelado que ha procedido al borrado de más de 1.100 tuits que ‘intoxican’ con contenido engañoso desde el Decreto de Estado de Alarma.
«Twitter intenta confirmar si detrás de la cuenta existe una persona real o no mediante una serie de peticionesse le solicita información adicional», informa la compañía.