Dentro de la generalizada responsabilidad de las personas y los establecimientos, nos podemos encontrar episodios tan surrealistas como el vivido en la prisión de Brians en Barcelona.
Allí se ha retirado cualquier gel desinfectante al descubrir que algunas internas lo estaban usando como copas de alcohol. Tal y como ha podido saber Cadena SER, las internas acumulaban este líquido de los módulos y cabinas telefónicas, para después mezclarlo con un refresco de cola.
Expertos sanitarios siempre han alertado de los graves riesgos de ingerir este tipo de geles, aunque no pareció importarles lo más mínimo a todas estas mujeres. «Se recomienda ir al médico de urgencia en caso de beberlo«, puntualizaban en la noticia.
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La buena noticia es que, pese a las posibilidades de intoxicación, ninguna de ellas ha necesitado atención médica. Esta no ha sido ni será la única triquiñuela de los presos para obtener algo de alcohol mientras se encuentran internados. De hecho, es común escuchar en las cárceles el concepto de «chicha», bebida que logran a través de las sobras de comida.
