Rosa nunca llegó a conocer a la suya, aunque por los comentarios de su madre intuye que era un espectáculo. Sus hijos, con cierta mala baba, le dejaban caer que ya iba teniendo canas, a lo que ella respondía: «Arriba tengo canas y abajo tengo ganas».
Entre las grandes respuestas también encontramos a la abuela de Rocío, en Murcia. Ella tenía la frase idónea para cualquier ruptura, comparando los novios con los mocos.
Escuchamos frases míticas pero también canciones pegadizas, como la de Laura que remataba con «pellizquitos» y la versión de un oyente al cántico que recordaba Luis Larrodera. ¡Qué momento más bonito!