Paolo interviene en las bromas de Isidro Montalvo para reanudar la búsqueda de su amante español, perdido en algún pueblo de La Mancha. ¿Habrá suerte?
Que dejen al brasileño con la palabra en la boca parece la tónica dominante, aunque en esta primera llamada no le han dejado ni tan siquiera expresarse. Suerte que poco después ha dado con una atrevida que tiene algo de tiempo para ayudarle.
«La Mancha es muy extensa», defendía una oyente que alucinaba con nuestro compañero. Ya era casualidad que diera con su cuñada Mari Carmen, aunque Paolo no necesita dar con un familiar para narrarle su preciosa historia de amor con este musculoso trabajador del campo.
Gracias a esta llamada, el brasileño ya puede decir que sabe lo que es vendimiar… Aunque lo que no va a poder hacer es demostrar su talento para la música. Antes siquiera de dedicarle una canción a la atrevida, ella va a cortar por lo sano: «Me tengo que ir corriendo, cánteselo a otra».
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