En un trayecto de siete horas, este desplazamiento aéreo por Australia tiene la peculiaridad de coincidir el punto de origen con el de destino. Es la alternativa que planteó la empresa tras la restricción de no salir del país para controlar el coronavirus.
¡Y parece que funciona! Con un precio por día de entre 500 euros y 2.400 euros, los billetes se agotaron en cuestión de diez minutos. Todos los afortunados disfrutaron de un trayecto por el monolito rojo Uluru, las islas Whitsundays o la Gran Barrera de Arrecifes.