Puede que haya quien disfrute de una buena cola de espera porque le da tiempo a hacer muchas cosas o porque conoce gente nueva. Ese es el caso del amigo de Isidro Montalvo, que ha encontrado al amor de su vida en la ya famosa eterna cola de Doña Manolita.
Sin embargo, lo más común es que no te guste nada en absoluto ese tiempo esperando de pie hasta que llega tu turno para coger tus entradas de cine, devolver ropa, etc. Por eso, este hombre se ofrece a ocupar tu lugar para que tú no tengas que volver a esperar más.