Por surrealista que parezca, este animal se tragó un podómetro digital, y al expulsarlo, provocó un enorme incendio que dejó la parcela totalmente devastada.
Ha sido a raíz de este caso cuando los investigadores descubrieron que es la reacción explosiva que genera las baterías de estos dispositivos con los excrementos. Por suerte, no hubo que lamentar ningún herido.