Mijaíl Litvín tuvo la «brillante» idea de quemar su propio Mercedes valorado en 150.000 euros y grabarlo para su nuevo vídeo. El pobre servicio técnico que recibió motivó esta decisión que le ha llevado a conseguir más de 11 millones de visualizaciones.
Lo sorprendente es que acumula más «me gustas» que «no me gustas«; en concreto, un millón frente a unos cincuenta mil. Anunciando que lo hacía como gesto de protesta, después de que le arreglasen el vehículo introduciendo piezas no originales, encendió una hoguera y hasta se calentando unas salchichas mientras prendía.