Aunque lo intentemos, empezar el día con energía y buen humor es bastante complicado… de hecho comenzar el día es de los peores momentos a los que nos solemos enfrentar por las mañanas. Para levantarnos bien lo primero es conseguir un descanso reparador, cosa que no siempre se consigue y que tiene más que ver con la calidad del sueño que con la cantidad. Un truco: darse un baño caliente hora y media antes de irnos a dormir. Aumentará nuestra temperatura corporal y se irá ajustando durante nuestro primer ciclo de sueño.
Pero aunque parezca que no y seamos bastante reacios, hay rutinas o recomendaciones que nos ayudan a espabilarnos más que cualquier café o té, y esto es totalmente verídico, ya que son los expertos quienes recomiendan que las sigamos.
Hay tres mantras que deberías repetirte nada más levantarte:
Lo que los demás opinen de mí no me define
Si sonrío, otros sonreirán
Cada uno elige propio camino
Estos trucos no sólo nos ayudan a empezar el día con energía, sino que suelen tener bastantes beneficios para nuestra salud, es por eso que hay una nueva rutina para la que sólo necesitas 90 segundos… y es tan beneficiosa que ni los famosos se resisten.
Todos conocemos los beneficios que aporta una buena ducha fría por la mañana… pues en 90 segundos conseguirás estos y muchos más, y además podrás aprovechar parte del agua caliente… ¡con tan sólo un minuto y medio estarás a tope!
Esta rutina consiste en alternar agua fría y agua caliente… lo ideal es lavarte bien el cuerpo con agua templada y luego aclarar el jabón con agua fría durante 30 segundos, para después cambiar a 30 de agua caliente y finalmente terminar con otros 30 segundos de agua congelada.
Lo sabemos, es invierno y el tiempo no acompaña… ¡pero son sólo 90 segundos que te aportarán muchos beneficios! Algunos de ellos son los siguientes… ¡mira!
Una buena ducha por la mañana te genera un bienestar inmediato, tiene un efecto energizante, te ayuda a calmarte ante los problemas emocionales y eleva la moral, ya que activa una sustancia conocida como noradrenalina.
El agua fría, ayuda a eliminar el cansancio físico y psíquico, gracias a la contracción de los vasos sanguíneos y a la estimulación de la circulación… además, conseguimos activar nuestro metabolismo, eliminamos toxinas y grasa acumulada y por si fuera poco, nos ayuda a reforzar nuestro sistema inmunitario.
Por su parte, el agua caliente consigue relajar los músculos y dilatar los vasos sanguíneos, por lo que podremos calmar los dolores reumáticos y liberar tensiones, además el vapor del agua caliente nos ayuda con las patologías respiratorias.
Si por separado aportan muchos beneficios, juntas son una auténtica maravilla… los beneficios más destacados son:
1. Mejora la circulación.
2. Mejora las defensas.
3. Estado emocional más sano.
4. Mejora la piel.
5. Aumenta la energía.
6. Mejora el aparato digestivo.
Y muchas más, ¿te atreves a probar esta rutina de 90 segundos? Seguro que te encantará en cuanto empieces a notar los beneficios.
