El pasado jueves Toñi Moreno se unía a la moda de los TBT que pasa por publicar los jueves recuerdos en forma de imágenes de momentos clave del pasado. La presentadora viajaba casi un año atrás a su etapa de embarazada, justo un día antes de dar a luz a la pequeña Lola.
Para ello compartía una imagen en la que su aspecto difiere mucho del que acostumbramos a ver en televisión, pero que es justo lo que intenta reivindicar en su nuevo libro, Madre después de los 40.
Este libro ha sido el proyecto al que se ha dedicado los últimos meses después de que con el fin del verano se acabaran sus proyectos en Mediaset. En él habla de su experiencia como madre primeriza a los 46 años y de muchos de los tabúes que persiguen a la maternidad.
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«Yo me he encontrado con muchas cosas que no me habían dicho sobre la maternidad«, expresó Toñi Moreno en su visita a Sálvame Deluxe el pasado sábado. «Hay mucho tabú en reconocer la parte negativa de la maternidad, cosas que no se cuentan como la depresión postparto, ¿por qué no vamos a poder contar que después de dar a luz estamos tristes y lo único que queremos es llorar?«, añadía esta.
El testimonio de la presentadora caló hondo, y es que esta reconoció haber experimentado un par de abortos antes de quedarse embarazada de su hija Lola, algo a lo que sabía que se exponía.
La vida se aferró a su vientre y la televisiva hoy disfruta como nunca de su pequeña. Ella es el regalo que recibió tras haber un proceso de embarazo y postparto con sus luces y sus sombras.
El espejo, no obstante, le sigue devolviendo una imagen en la que no se reconoce. «Yo sigo pasándolo muy mal, mi cuerpo no ha vuelto a ser el de antes. Cuando me miro en el espejo sigo sin reconocerme, mis pechos eran espectaculares y ahora me llegan por las rodillas«, se sinceraba esta.
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