La contaminación atmosférica ahora es el cuarto factor de riesgo más importante de muertes prematuras, y contribuye a 1 de cada 10 muertes en todo el mundo.
Según el último informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), la naturaleza está bajo amenaza y 1 millón de especies de animales y plantas, de un total estimado de 8 millones, están en riesgo de extinción, muchas de ellas en unas décadas.
El calentamiento global, la contaminación, la deforestación, las sequías, la extinción de especies, el consumo y desechos masivos y la erosión del suelo, son los problemas principales del medio ambiente.
Si modificas algunas pequeñas cosas puedes generar un cambio importante en el cuidado del medio ambiente.
Te contamos qué puedes hacer
Usa plástico sólo si es indispensable
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El plástico necesita unos 450 años para empezar a descomponerse, de ahí la importancia de consumir lo estrictamente necesario.
La alternativa son los materiales biodegradables, reutilizables, cómo las bolsas de algodón, el bambú o la fibra de arroz.
Opta por el vidrio para conservar los alimentos, el aluminio es muy contaminante y en su producción se derrocha gran cantidad de energía.
Rellena los frascos originales de detergente, gel y algunos alimentos.
Recicla los deshechos, ten un cubo con compartimentos diferentes.
En casa
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Ten la temperatura exacta, con tener en verano el aire acondicionado a 24 grados es suficiente y la calefacción en invierno bastará con tenerla a 20. Este sencillo gesto evitará que malgastes energía y además te ahorrará un dinerito.
Reduce el tiempo que estás en la ducha, en tres minutos gastarás unos 40 litros que se multiplican por más de tres si pasas diez minutos en ella.
En cuanto a los electrodomésticos intenta utilizar aparatos eficientes, aunque son más caros notarás que tu factura de la luz baja.
Evita poner secadora, tiende al aire libre y ten en cuenta que si instalas la nevera al lado de la calefacción consumirá mucho más.
Descongela regularmente el congelador, una capa de escarcha de cuatro mm dobla el consumo de electricidad.
Opta por consumir productos locales, cuanto más distancia recorra un producto hasta llegar a tu casa, mayor habrá sido el consumo de petróleo y emisión de gases responsables del efecto invernadero.
El coste medioambiental que tiene adquirir un alimento desde la otra punta del globo es muy elevado.
Gestos tan sencillos cómo colocar la tapa en la olla o sartén al cocinar hace que se concentre más el calor y tardemos menos.
No tires el aceite al fregadero, con esto utilizarás menos agua y detergente al fregar y además evitarás la contaminación que genera el aceite, cada litro requiere mil litros de agua para depurarse.
Es mejor limpiar con una servilleta de papel el aceite del plato y de las sartenes.
En la oficina
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Intenta reducir el uso del coche al máximo y si te es imprescindible usarlo elige modelos eléctricos que son mucho menos contaminantes. Plantéate el uso de la bici o incluso el ir andando.
Imprime lo menos posible con ello frenarás la deforestación del planeta.
Recicla las pilas y el papel, al año se talan millones de árboles para elaborarlo. Intenta no malgastar papel.
Ten tu propia taza y no uses vasos de plástico para el café.
Recuerda que mantener el ordenador o la tele en stand by aumenta un cinco por ciento el gasto de electricidad.
Y sobre todo piensa que por poco que te parezca todo suma.
