Lo más importante es que sepas que tener gasas la semana previa a la regla es algo absolutamente normal y que tiene relación con la fluctuación de hormonas femeninas a lo largo del ciclo menstrual.
1º En la primera fase del ciclo menstrual (que va desde el primer día de regla hasta que la ovulación) aumenta la producción de estrógenos que son los responsables de la hinchazón y la retención de líquidos.
2º Una vez que alcanzas la fase de la ovulación la que aumenta es otra hormona: la progesterona. Esta hormona se encarga de preparar el endometrio, la capa que recubre el útero, para un posible embarazo. La progesterona relaja los músculos lisos del cuerpo, entre ellos, los del intestino.
En consecuencia, el tránsito intestinal se ralentiza. Los alimentos pasan más tiempo en el intestino y fermentan más, dando lugar a bacterias que provocan gases.
3ºSi el óvulo no ha sido fecundado, se desintegra y el estrógeno y la progesterona bajan sus niveles de presencia en el organismo. Es cuando nos visita la regla.
4º Una vez nos baja la regla, podemos advertir otro trastorno muy común: la diarrea. La razón es que durante la menstruación el cuerpo produce prostaglandinas, que contrae los músculos y provoca calambres, lo que daría lugar a diarrea en algunas mujeres.
Esos días, los previos a la regla, es recomendable:
1ºLlevar una dieta equilibrada y evitar alimentos que sean flatulentos o que provoquen digestiones pesadas
2º Destierra alimentos con grasas, refrescos con gas, legumbres y verduras flatulentas (brocoli, coliflor, habas, guisantes)
3º Bebe mucha agua para ayudar a un tránsito intestinal más fluido. Así evitarás que los alimentos fermenten y originen
4º El ejercicio físico es perfecto (caminar, yoga, pilates)
5º Realiza auto masajes abdominales y posturas que favorezcan la expulsión de gases