El positivismo sexual defiende el concepto de que sexo y placer sexual son diferentes para cada individuo. El positivismo sexual promueve la idea de no hacer juicios, ser honesto y permanecer informado acerca de las opciones sexuales
¿Has escuchado alguna vez hablar sobre el positivismo sexual? ¿El movimiento Pro – sexo? En este artículo vamos a descubrir qué es y hacer una profunda reflexión sobre sexualidad y estigma.
Mi nombre es Alejandro Vera, y soy psicólogo y nutricionista.
Hoy voy hablarte del positivismo sexual: qué es y porqué lo necesitamos
El positivismo sexual, , o como lo llamaré desde ahora en adelante, sex positive (suena mucho mejor, la verdad), es una actitud ante la sexualidad que surge como fruto del impulso de un movimiento social llamado Pro sex.
¿Pero que es exactamente el sex positive? Realmente este no es un concepto complicado, en resumen: se reduce a la tolerancia respecto a cualquier tipo de práctica sexual (consentida) y el respeto hacia la diversidad sexual. Él positivismo sexual también hace especial hincapié en las practicas sexuales seguras y sanas.
Sin embargo, para poder entender algo de verdad, a veces es mejor definirlo por lo que no es:
El sexo liberal es una forma de experimentar la sexualidad que cada vez más personas acogen como estilo de vida. Muchas parejas deciden tener relaciones con otras, en lo que comúnmente se llama práctica swinger. Otras parejas deciden abrir su relación y que cada miembro de la misma, pueda por su cuenta tener relaciones con otras personas, incluso llegando a tener más de una pareja afectiva (poliamor).
No. Que la sexualidad ha sido y es, en muchos sentidos, un tema tabú, no es descubrirte nada. Muchas personas que mantienen relaciones afectivo sexuales diferentes a la práctica común, deciden llevarlo en secreto ya que aún hoy día, ciertos modelos de relación o de sexualidad siguen siendo percibidos como extraños, inapropiados o indecorosos.
Es el caso, por ejemplo, de las parejas swinger. Nos resulta complicado imaginarnos a una pareja que, durante una reunión de amigos o una barbacoa, pudiese confesar abiertamente que mantienen relaciones con otras personas, incluso participando ambos a la vez.
El formato tradicional de relación sigue organizando nuestra mente, clasificando lo que está “bien” y lo que está “mal”. Sin embargo, la intolerancia es como un balancín como los que jugábamos cuando éramos pequeños: Lo bueno y lo malo puede cambiar de posición.
Hoy día se sigue castigando moralmente la práctica sexual anómala, asociándola con falta de escrúpulos, perversión e incluso patología mental. No obstante, también hemos empezado a castigar la relación sexual tradicional como: poco creativa, frígida, significa de “estar perdiéndose cosas”, como carente de creatividad y como una actitud en general negativa.
Muchas personas piensan que el sex positive significa sobre ponerse a los estándares sexuales y apostar por una relación sexual y afectiva diferente. En más de una ocasión, he visto a personas autoproclamarse muy tolerantes con las prácticas sexuales y románticas desviadas de la normalidad (BDSM, cruising, poliamor u otras), pero que, sin embargo, mostraban una actitud crítica hacia aquellas otras que optaban por relaciones monógamas o tener un sexo “vainilla”.
Considero que es importante romper con esta dicotomía de lo qué es bueno y lo que es malo, porque lo único que es malo son las expectativas sobre como tenemos que vivir nuestra sexualidad. Nuestra autoestima sexual no debería forjarse entorno a nuestra práctica sexual. No soy una persona muy sexual si tengo practicas sexuales muy alejadas de la norma, ni tengo porque disfrutar mas del sexo que otra persona que mantiene relaciones únicamente con otra persona.
El sex positive consiste en aceptar y tolerar la elección y deseo personal de cada cual.
No. El positivo sexual te invita a probar, desde la curiosidad, pero siempre que haya deseo. Es innegable que contamos con gran cantidad corsets respecto a la sexualidad. El sex positive lo que nos dice es que podemos probar sin juicio, que no hay nada de malo o deleznable, en elegir prácticas sexuales alejadas de la norma, siempre y cuando partan del respeto y del mutuo consentimiento.
Si obligamos a las personas a tener que experimentar, porque simplemente es lo “adecuado”, volvemos a caer en la trampa descrita en el punto anterior.
Ser sex positive o tener una actitud de positivo sexual, también tiene mucho que ver con los límites. Una persona que tiene claro sus límites, se los respeta y respeta los de los demás, será alguien sex positive.
La razón que me ha movido a hacer este artículo, es que hace unos meses llegó a mi consulta una pareja. Él le propuso a ella ir a un local de ambiente swinger. Ella tenía curiosidad por el asunto, así que accedió.
Una vez allí, no se sintió cómoda, algo que reconoció al tiempo. Este era el motivo por el que acudían a consulta. Ella accedió a seguir yendo ante la ilusión de su pareja. En el momento en que acudían a consulta, ella se sentía responsable de haber dañado la relación y como compensación, trataba de mostrarse sexualmente dispuesta.
Necesitamos comprender que el sexo no es una moneda de cambio ni existen deudas respecto al mismo. Mantener relaciones sexuales con alguien que no las desea es un tipo de abuso, incluso si esa persona es tu pareja.
Aún hoy día, estoy seguro que muchas personas catalogarían a mi paciente como alguien celosa y cerrada de mente por no haber sido capaz de abrirse a la experiencia liberal. Estas personas, sin lugar a dudas, no pueden consideradas sex positive.
No. Las personas funcionamos tratando de buscar al malo y el bueno, al culpable y la víctima. Este es un mecanismo que tiene nuestro cerebro para simplificar y ahorrar recursos, sin embargo, quiero que quede claro: este artículo no es una defensa ni de unos ni de otros, es un alegato al respeto y la sexualidad que cada uno quiera vivir con libertad y armonía a su manera.
Espero que sea un mensaje de empoderamiento, tanto para unos como para otros. Tanto para aquellas personas que se sienten menos sexuales por sentir que tienen límites, como aquellas otras que sienten vergüenza por reconocer su forma de entender la vida y las relaciones.
En la dirección contraria, otra paciente me explicaba que había dejado de intentar contarle a sus seres queridos que ella tenia una relación swinger con su pareja. La razón es, qué de forma velada, su entorno cuestionaba su amor por él.
Muchas personas piensan que una pareja que tiene una relación liberal, realmente no se quiere. Yo puedo asegurar con mis propios ojos, el amor que había entre ellos y que simplemente, adoptar aquel formato de relación había convertido su relación en algo más sincero y a su manera, emocionante. No tenían que negar nada de lo que sentían y podían ser tal y como eran frente al otro, sin culpa, vergüenza o arrepentimiento.
Sí. Quiero acabar este artículo de una manera que me parece muy ilustrativa, y es que se puede ser asexual y practicar el positivismo sexual, ya que este, no tiene que ver con lo que haces o dejas de hacer, si no con el respeto que muestras hacia ello.
Muchas personas no tienen deseo o intención de tener relaciones sexuales. Recuerdo el caso de una chica que conocí, ella me contaba que podía tener relaciones y orgasmos, pero que simplemente, ni su cuerpo ni su mente se lo pedían. Imagina que nunca tuvieses hambre, podrías comer y debes hacerlo para sobrevivir, pero simplemente no te apetece hacerlo.
También me contaba qué, tras haber conocido a muchos hombres, lo cuales habían intentado de forma más o menos evidente, convertirla en alguien sexual, había decidido respetarse y declararse como alguien asexual.
Ella, es sex positive.
MÁS SOBRE:
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.