Septiembre es el mes de las rupturas porque muchas parejas no son capaces de soportar el bajón que pega la relación cuando acaba el verano y hay que acatar de nuevo responsabilidades individuales.
Los días pasan a tener menos horas y nosotros, inevitablemente, a tener menos tiempo. Esto no debe traducirse como muchos hacen: menos tiempo dedicado a la pareja. Ya no es verano pero, si de verdad hay amor, juntos podréis sobrevivir a septiembre.
Algunos estudios señalan septiembre como el mes de las rupturas por excelencia. Según estos, es con el fin de las vacaciones de verano cuando más crecen las peticiones de divorcio y las separaciones. En las parejas más consolidadas puede que el problema no venga de haber pasado un verano idílico juntos, sino más bien por todo lo contrario.
Muchos se toman el inicio de septiembre como una manera de emprender una nueva vida en la que, afortunada o desafortunadamente, no está su pareja.
– Que no decaiga la comunicación entre vosotros. Es la clave en una relación, que haya comunicación y, al mismo tiempo, saber escuchar al otro. Compartir alegrías es muy fácil, pero ser su confidente y que quiera compartir contigo también aquello que le angustia, es lo que os hará grandes.
– Ponte en su lugar, intenta comprender a la otra persona. No es tan difícil, seguro que así lográis entenderos mejor.