Habla de ello en 20minutos.es y aclara que hay 4 grandes «grupos fenotípicos» de pacientes que están clasificados de acuerdo a los síntomas que manifiestan. Precisamente estos podrían predeterminar el transcurso de la enfermedad en cada uno de ellos.
Rubio-Rivas explica que de estos cuatro grupos dos tienen mal pronóstico y «mortalidad hospitalaria» y otros dos poseen un pronostico más halagüeño.
Los síntomas comunes en casi todos ellos son: fiebre, tos y falta de aire. Pero la situación cambia dependiendo de la afección que se añada a esta triada.
Primer subtipo: fiebre, tos y falta de aire. Mal Pronóstico. Mayor tasa de ingreso en UCI y mortalidad
Segundo Subtipo: fiebre, tos y falta de aire + anosmia + ageusia (pérdida de olfato y gusto). Buen pronóstico. Menor tasa de ingreso en UCI y mortalidad
Cuarto subtipo: fiebre, tos y disnea + síntomas digestivos (diarrea, vómito y dolor abdominal). Mal pronóstico. Alto porcentaje de mortalidad
La cefalea, sin embargo, indicaría una mejor evolución clínica de la Covid-19.
Este estudio permitiría a los facultativos adelantarse en un pronóstico y tratar al paciente con antelación suficiente para lograr frenar su evolución.
Para Rubio-Rivas la explicación de la evolución del coronavirus en unos pacientes y otros tenga un factor genético influyente: «seguramente habrá alguna predisposición genética que hace que los síntomas sean de una forma u otra, y la cosa será, en el futuro, ligar ese fondo genético con estos síntomas».
Si ha esto unimos la existencia de patologías previas como hipertensión, hiperlipidemia y diabetes sumamos otro componente de riesgo.