Para empezar, hablamos con un pintor con demasiada prisa, aunque ha reservado unos segundos para hablar con nuestra reportera dicharachera y reconocerla que su uniforme«no tiene ningún tipo de éxito».
Más adelante, era el turno de dos trabajadoras de Zara que se unen al mensaje de que los uniformes no tienen ningún tipo de éxito. «Eso es un bulo«, reconocía una de ellas.
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Y para rematarlo, Saray Esteso lanza un sutil mensaje a un camarero, cuyo atractivo se ve mermado por sus prendas habituales y por su mascarilla. Por cómo se ha escuchado, intuímos que caerá algún escupitajo en el café…