Sara Carbonero

Sara Carbonero confiesa que el cáncer le enseñó «a vivir sin miedo»

Noelia Bertol

«Acabo este año con un inicio, qué contradicción tan maravillosa«, expresaba Sara Carbonero en sus redes sociales. Y es que la periodista acoge un nuevo proyecto a pocos días de terminar el año, su regreso a la radio deportiva que la vio crecer como periodista.

Sara vuelve a las ondas y lo hará dos días a la semana con una sección en el espacio de Vicente Ortega a la que llamará Que siga el baileAsí lo anunciaron este miércoles con la visita de la también influencer. Aunque sus intervenciones no comenzarán hasta el próximo 12 de enero, Sara Carbonero acudió para hablar de este nuevo proyecto, pero también de cómo le ha tratado la vida desde que abandonara la cadena hace 15 años.

 


Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Sara Carbonero (@saracarbonero)

Su historia la conocemos, a pesar de que en los asuntos de su vida privada la periodista suele ser muy reservada. No obstante, si hace unos días la podíamos ver hablar sobre cómo vivieron ella y su pareja Iker Casillas la repercusión del beso del Mundial, ahora confiesa por primera vez de forma pública cómo vivió el cáncer de ovario que le detectaron hace ya más de año y medio.

«Hay que normalizar las cosas, pasa a mucha más gente de lo que pensamos, pero pensamos que a ti no te toca«, expresaba esta, cuya vida ha vuelto a cambiar el rumbo con su regreso a Madrid este verano tras la retirada de Casillas del fútbol profesional. «Es otra etapa, hay que aprender a vivir con lo que hay, sin miedo, y he aprendido que todos somos más fuertes de lo que pensamos«, añadía.

La vida le puso en una situación complicada con su enfermedad y el posterior infarto de miocardio de su pareja. Para colmo, el 2020 también ha venido cargado. Pero Sara ha logrado encontrar la luz entre tanta oscuridad, por muy pequeña que esta fuera, y salir de ahí más fortalecida.

sara carbonero lección instagram

Su pareja, su gran apoyo

 

Han sido apoyo el uno del otro. En ese mar tormentoso y frío que atravesaron, los dos se hicieron hueco mutuamente en la tabla de salvación y remaron en la misma dirección. «Me anima y me apoya«, confesaba esta sobre su chico. «Todo lo que sea que yo esté contenta e ilusionada él está contento«, se sinceraba. ¡Eso es el amor!