No es una sensación agradable y a veces se forman eccemas por el continuo roce. Pero tranquila, no estás sola en esto. Conocemos algunos trucos que te pueden ayudar para lidiar con las rozaduras de los muslos.
Desde remedios caseros a los productos más aclamados, pasando por las opciones que recomiendan los deportistas. Toma nota y pruébalos. Terminarás diciendo adiós a esa sensación tan molesta que experimentas al andar.
No, no nos referimos a la que te echas en los labios para evitar la sequedad de los mismos. Hay otros tipos de vaselina que se emplean para otras partes del cuerpo y que, por lo general, son menos densas. Esto permite que en el roce de las piernas, estas se deslicen y no produzcan heridas en la piel.
La vaselina es, además, uno de los productos indispensables para los deportistas, sobre todo para los corredores, que tras varias horas comienzan a experimentar heridas en los pies y en la parte de los pezones por la rozadura de las zapatillas o la camiseta.
¿La gran ventaja? Podrás llevar siempre contigo un bote en el bolso para poder aplicártela en cualquier momento.
El aloe vera es algo así como una planta milagrosa y es que tiene tan cantidad de beneficios que sembrarla en casa te ahorrará tiempo y dinero. Es bueno para hidratar la piel, el pelo y, por supuesto, ayuda a que nuestros muslos no presenten rojeces por el roce.
Sí, es cierto, el aloe vera sirve más para tratar las rozaduras que para prevenirlas. Pero oye, tan importante es saber evitarlas como saber actuar ante ellas. ¡La piel se aliviará rápidamente!
Algo tan clásico y que siempre tenemos a mano como los polvos de talco nos pueden ayudar a preparar la piel para un largo paseo veraniego. Es el remedio de la abuela convertido en la solución más efectiva.
Eso sí, evita aplicarlos sobre la piel sudada o húmeda, pues así solo conseguirás que se cree una pasta desagradable en las piernas. La duración de su efectividad no es tan duradera como nos gustaría, pues con el constante roce el producto se va desprendiendo de la piel. Sin embargo, es una gran opción para paseos cortos o salidas a cenar o tomar algo.
Otro producto estrella que no falta en el hogar es el desodorante. Si no tienes a mano ningún otro de los productos mencionados, aplicar el desodorante en los muslos te ayudará a salir del paso. Eso sí, no se te ocurra hacerlo con uno en formato spray, la clave está en usar el de roll-on, cuyo producto es cremoso y evitará la fricción en las piernas.
Si tienes una piel muy sensible y ninguna de las opciones anteriores es válida en tu caso, hay una opción más para ti. Se trata de las llamadas bandelettes, unas bandas en forma de ligas que se colocan en los muslos y que te permitirán llevar vestido sin temor a caminar incómoda.