Rozalénnos regaló hace unos días Y Busqué, último adelanto antes de la llegada del proyecto discográfico definitivo.
Una épica carta de amor musical a todas aquellas personas que se buscan en un bucle eterno, sin saber que la respuesta, son ellas mismas.
Así de orgullosa se mostraba respecto a la composición hace solo unos días: «Es de las canciones más especiales que he compuesto en mi vida. Estoy muy orgullosa de ella… Una búsqueda interior. Una subida al templo de la vida».
Un árbol viejo partido en dos Las puertas a este viaje interior Los senderos tienen forma de serpiente Tienen piedras curvas y señales que te pierden
Las primeras dudas las lloraba el cielo Debes enfrentarte sola y no tener miedo Descargué el exceso de peso, me quedé Con el alma en los huesos, llené de aire el cuerpo
Y busqué, y busqué, y busqué Hasta la cima Y no hallé, y no hallé, y no hallé El sentido a mis días Y busqué, y busqué, y busqué Hasta el fin La respuesta estaba dentro de mí
Ay
Ay, irai-rai-rai
Luna plena y llena de agua fría Ilumina la noche herida Como el pájaro, muestro atenta mis alas Miro desde arriba, la que arriesga es la que gana
Siempre busco fuera lo que nace dentro Que mis días felices no dependan del deseo ajeno Aprender a escuchar el silencio Regalar movimientos al viento, yo sola ante este templo
Y busqué, y busqué, y busqué Hasta la cima Y no hallé, y no hallé, y no hallé El sentido a mis días Y busqué, y busqué, y busqué Hasta el fin La respuesta estaba dentro de mí
Y busqué, y busqué, y busqué Hasta la cima Y no hallé, y no hallé, y no hallé El sentido a mis días Y busqué, y busqué, y busqué Hasta el fin La respuesta estaba dentro de mí
La respuesta estaba dentro de mí La respuesta estaba dentro de mí