En un verano atípico, donde actividades, campamentos y vacaciones se han visto limitados a causa del coronavirus, la sensación de aburrimiento será aún más aguda que otros años. ¿Tiene solución?
Escucharemos hasta la saciedad frases como «papá, me aburro« o «mamá, ¿qué hacemos?». El problema es que todo nuestro ingenio se destinó a entretenerles durante los meses de cuarentena; y ya sabemos que la opción de dejarles jugar durante horas a la consola no es la mejor.
Ahora bien, ¿y si supieras que el aburrimiento es necesario para que nuestros hijos desarrollen la creatividad? Como dice Rocío Ramos-Paul, toca aguantar el «me aburro» hasta que ellos mismos investiguen, observen y encuentren alternativas para divertirse.
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«No se puede crecer pensando que siempre hay que moverse o entretenerse para sentirse bien», comenta Rocío Ramos-Paul en otra interesante reflexión que debemos hacernos como padres y madres. Por tanto, dejémosles con material suficiente, mantengámonos al margen y dejemos que sean ellos quienes planteen las opciones para no aburrirse.