Laura está preocupada por su hija de nueve años. Una niña de su edad no para de meterse con ella y está consiguiendo que el resto de niños se enfaden con ella. Lo peor de todo es que para sus padres «es una bendita».
A esas edades, donde «se centran mucho en la diferencia«, es habitual ver este tipo de conflictos, aunque mucho cuidado si aumenta de intensidad porque ya estaríamos hablando de un aspecto más serio: bullying.
De momento, pensemos que es solo una pequeña disputa entre pequeños. Como dice Laura, la actitud de sus padres no ayuda en absoluto. Por eso, deberá llevar la reacción de su hija al «campo del humor«.
A partir de ahí, si el problema persiste y se agrava, lo mejor será hablar con el colegio y comenzar a desarrollar una serie de pautas para la prevención del bullying.
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