La adolescencia es una etapa muy compleja. Mientras forjamos nuestra personalidad estamos llenos de inseguridades somos muy vulnerables. Es muy común que los más jóvenes se adentren en relaciones tóxicas, con todo lo que ello implica. El problema es aún más grave si estas relaciones se prolongan demasiado en el tiempo.
Esto le ocurre a Rocío, de 22 años. Conoció a su novio hace 6 años, pero a los 4 meses todo se torció. Él tenía un perfil en Badoo y recibía mensajes de otras chicas, pero mentía con excusas difíciles de creer. Rocío seguía con la relación por falta de autoestima y él aprovechaba esta dependencia para manipularla. Discutía mucho con su familia y a menudo le echaban de casa, por lo que Rocío le pagaba habitaciones de hotel. Le pedía dinero para bienes personales, pero terminaba gastándolo en citas con otras chicas e incluso en drogas. Ella ha intentado dejarle muchas veces, pero siempre volvía. Cree que esta vez ha sido valiente para zanjarlo de forma definitiva, pero él ha vuelto a aparecer.
*Texto: María Aragonés