Por suerte, personalidades como Beatriz Luengo acuden al rescate de todas aquellas personas que aún arrastran miedos o inseguridades, ayudándolas con reflexiones como la que la cantante ha publicado en las últimas horas.
Al parecer, la propia artista habría vivido durante años con la carga de no sentirse a gusto consigo misma, hasta que un día, todo cambió.
«Un día me miré en el espejo y me di cuenta que era la parte de mi cuerpo más bonita», escribía Luengo en su Instagram.
¡Qué gran lección!
Cuando Beatriz Luengo vivía dentro de esa pesada burbuja de insatisfacción, su sufrimiento llegaba a tal punto de anteponer la aceptación ajena por encima de su salud.
«Usaba rellenos para mi pecho y sujetadores que me apretaban tanto que me dolía la cabeza», confesaba sobre la época de Upa Dance.
Como bien dice el mensaje de su última canción junto a Alejandro Sanz, Ojos de Mandela, el coraje no es la falta de miedo sino el triunfo sobre él.
Hoy, Beatriz vive habiendo desterrado la presión de los cánones establecidos y con el amor propio por bandera.
Porque cada cuerpo es bonito a su manera, sin comparaciones y sin moldes estéticos casi imposibles de replicar.
¡Qué bonita se ve la belleza en libertad!