Pueden estar pidiendo comida, saludándote, queriendo jugar, advirtiendo de una amenaza, o simplemente reclamando atención.
Es en este punto donde nos centraremos hoy en Fauna Dial, pues existen causas que pueden provocar que tu amigo canino esté ladrando más de la cuenta: ansiedad por separación con los dueños, socialización incorrecta o también, que pertenezca a una raza proclive a ser ruidosa, como el chihuahua, el pequinés, el caniche o el beagle.
A continuación, te damos cinco claves para frenar los ladridos excesivos de tu mascota.
Los perros son animales muy sensibles y absorben enseguida la energía del sitio en el que se encuentran. Intenta que tu hogar sea un lugar tranquilo y poco ruidoso para evitar la sobreexictación de tu perro.
De ninguna manera, ni verbal ni por supuesto física. Mantén una educación firme pero sin perder las formas. Este equilibrio les ayudará a calmarse.
Toda la energía que gaste, se traducirá en menos ladridos.
A veces cuando no podemos más con los ladridos, se tiende a premiar o a darle algo al perro para que se distraiga y se calle.
Al igual que con los niños, esto es un gran error. No alimentes al monstruo del capricho. Premia únicamente el comportamiento positivo.
Tanto en casa como paseando, tu perro debe sentir que tú estás al mando y que su nerviosismo no te está sobrepasando.
Si le ladra a otros perros, no tires de la correa ni hagas movimientos bruscos, eso le excitará más, Simplemente continúa el paseo con normalidad.