¿Y si eres grisexual y no lo sabes?
¿Cómo puedes saber si eres grisexual?
La grisexualidad es una forma de ver la vida como otra cualquiera. Si entendemos que hay parejas que disfrutan viendo porno y otras que no tienen relaciones, podríamos afirmar que los grisexuales son los que encuentran el punto medio entre ambos extremos.
En muchos casos, se inclinan hacia la ausencia total de relaciones no por falta de ganas, sino porque es un tanto exigente. Es decir, un/a grisexual puede llegar a sentir atracción física por alguien y también le puede apetecer tener relaciones, pero siempre bajo una serie de condiciones muy determinadas.
Sin embargo, hay varios matices que convierten a esta tendencia en una tan interesante como lógica:
– Solo sienten atracción sexual si perciben que puede ser recíproca. Oye, pues no está nada mal, de qué sirve pensar en alguien que no nos hace ni puñetero caso.
– Solo sienten atracción sexual si saben que no va ser correspondida. Podríamos discutir la segunda parte de la frase, pero mucho nos tememos que en este saco entramos casi todos. Es un «quiero y no puedo», pero también un «me gustan los retos».
– No son capaces de confirmar si sienten atracción sexual por alguien o no. También nos ha pasado a muchos en más de una ocasión.
Otras características de los gris asexuales
Esta terminología parece ir ganando adeptos ya que, como has comprobado, la asexualidad entra dentro de los parámetros de esta tendencia. En no pocas ocasiones, son incapaces de sentir atracción por alguien y prefieren no tener relaciones.
Vincular la atracción y el sexo a unas condiciones determinadas puede no entenderse por parte del resto de personas, pero no deja de ser algo que todos hacemos. De hecho, todos tenemos cierto criterio selectivo y todos queremos tener relaciones de forma determinada y con una implicación sentimental que ayude a completar la experiencia.
Es importante destacar que aunque la grisexualidad ha sido incluida en la lucha LGTB, es una opción para todo tipo de personas. Ellos mismos describen su experiencia indicando que es posible sentir amor sin llegar al sexo. Un abrazo o un beso también une y quizá sea mucho más puro que convertir a las relaciones sexuales en el único eje sobre el que gira una pareja.
Sin lugar a dudas, esta apuesta por el romanticismo, por el amor casto y por darle a las relaciones el valor que tienen nos parece un gesto valiente y revelador. Sí, te entendemos, el sexo es salud y es maravilloso, pero ¿habría algún problema por vivir las relaciones desde otro punto de vista?
Es más, ¿no es esto lo que nos espera a medida que vayamos envejeciendo? ¿Quién no ha tenido etapas en su vida en las que el sexo no era importante, pero sí el afecto y el amor que nos daba nuestra pareja?
La grisexualidad es una opción de vida que merece todo nuestro respeto y que, además, no deja de ser un gesto romántico. Si te gusta charlar con tu pareja durante horas y darle un abrazo sin llegar a más, quizá seas grisexual. Si es así, no te dejes vencer por los cánones establecidos y lucha por vivir tu sexualidad como realmente te apetezca. Todo sea por lograr tu felicidad y por respetar a los demás.
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