Él mismo se ha encargado de contar la historia a través de sus redes sociales, las cuales están siendo una fuente de desahogo para el artista estos días de confinamiento. Con el tiempo libre ha retomado algo que de vez en cuando le gusta hacer, dibujar, aunque esto le haya hecho recordar la situación que vivió hace unos años.
«Me dijo que no tenía mano, así que no valía para ese trabajo… Al salir, en la puerta, tiré todo lo que había pintado en mi vida a un contenedor y me marché llorando con mi ilusión por el suelo…«, ha expresado el artista en sus redes.
Esta experiencia, confiesa, le hizo refugiarse más que nunca en la música. «Desde ese momento, el tiempo que dedicaba a pintar lo empecé a dedicar a componer«, añade, lo que le hace plantearse una duda, y es si esa persona le hizo «una putada o un favor«.
Dos años más tarde de este acontecimiento, David Otero estaría embarcándose en la aventura de El Canto del Loco junto a su primo Dani Martín. Lo que viene a continuación es una historia que conocemos, la cual es al mismo tiempo parte de la historia de la música.
Puede que, si ese día hubiera David hubiera tenido la entrevista con otra persona, y a esta le hubiesen conquistado sus dibujos, no conoceríamos la banda de éxitos como Zapatillas o Peter pan tal y como la conocemos ahora. Y puede que tampoco llevara 20 años subido a los escenarios.
https://www.youtube.com/watch?v=n9jzGmFBzx8
Sin embargo, no podemos cerrar este artículo sin mencionar que nadie debería tener el poder de echar por tierra los sueños de una persona. El arte tiene muchísimas interpretaciones, no hay una verdad absoluta para este. Por eso mismo, una persona no puede decidir jamás qué es arte y qué no.