Hace poco más de dos meses Natalia Sánchez y Marc Clotet ampliaban la familia con el nacimiento de Neo. Este es el segundo hijo de la pareja, pues ya se estrenaron como papás hace cerca de año y medio con la pequeña Lia.
Ambos comparten frecuentemente su felicidad a través de las redes sociales, aunque bien sabemos que a veces ser padres conlleva lidiar con asuntos más preocupantes. Y Natalia no ha querido ocultar esta parte de la maternidad.
Los primeros meses de vida son muy importantes para detectar cualquier anomalía en los pequeños, y señales como la pérdida de peso pueden ser importantes, por eso no es de extrañar el susto que se llevó la actriz al comprobar que su hijo Neo había perdido 550 gramos.
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Ha sido en la semana de la lactancia materna cuando Natalia Sánchez ha querido compartir su experiencia en el último mes. Esta se dio cuenta de que su hijo lloraba con más de lo habitual, lo que le hizo pensar que algo no iba bien. Al pesarlo, corroboró sus sospechas: el pequeño había perdido peso.
«Que un recién nacido pierda peso es de las cosas que más nos aterra a los padres porque puede ser grave, porque es un tema delicado sobre el que, para variar, todo el mundo opina«, expresaba esta en una publicación de Instagram.
A esto, además, le suma el tema que ha estado sobre la mesa esta última semana: la lactancia materna. Porque cuando un bebé pierde peso y se alimenta de lactancia materna, la mamá en cuestión tiende a sentirse culpable. «No tengo leche«, «no valgo» o «no soy suficiente» son algunas de las frases que destaca la actriz en el mismo post, y las cuales señala como fruto de la incultura que hay respecto a la lactancia.
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Fruto del estrés
«Lo llevé al pediatra y, efectivamente, había dejado de ganar 550 gramos«, continuaba esta, la cual momentáneamente se puso en contacto con una profesional de la lactancia con la que llegó a la conclusión de que el problema estaba en que le había bajado la producción de leche fruto del estrés, el no comer y el no dormir.
Tras unos días duros en los que la posibilidad de abandonar la lactancia le ha rondado la cabeza, Natalia Sánchez termina confesando que por fin está todo en el lugar de antes y ha conseguido bajar el ritmo, algo que asegura no habría podido conseguir sin la ayuda de dos de las personas más importantes de su vida: su hermana y su madre. ¡Cuánto bien hace la familia!
