Y, aunque el reto finalmente fue superado, ayer el día volvía a complicarse para la televisiva. «Hoy entrenando me he clavado un tornillo, se ha incrustado en mi frente, me ha levantado toda la piel…«, expresaba esta a sus seguidores mediante las historias de Instagram en las que aparecía con un apósito en la herida.
Pilar Rubio, lejos de perder la sonrisa que la caracteriza, se aferraba a pensar que son «cosas que pasan» y que tras estos acontecimientos el día no puede más que ir a mejor. «Seguro que hoy es un gran día«, anunciaba.
No nos extraña nada que Pilar Rubio no haya perdido la sonrisa pese a estos altibajos, y es que además de ser una persona muy positiva, tiene mucho por lo que estar agradecida. Este mes de julio se convertía en mamá por cuarta vez de Máximo Adriano, un niño que tiene a toda la familia muy enamorados.
A nivel profesional también se encuentra en un gran momento, pues su éxito en redes (donde ha creado una comunidad de más de cinco millones de seguidores) y su éxito en televisión, van de la mano.