Las relaciones pueden ser monótonas después de mucho tiempo. Es importante innovar, probar cosas nuevas y reinventarse para escapar de la rutina. Pero a veces experimentar demasiado puede llegar a confundirnos, y los cimientos de la relación empiezan a tambalearse.
Esto le ocurre a Paloma. Tras ocho años con su novio, él le propuso hacer un trío. Para que se sintiera más segura, le dijo que lo harían con un amigo suyo. Paloma había coincidido pocas veces con este chico, pero le parecía atractivo. Finalmente aceptó y se sintió mucho mejor de lo que esperaba. Unos días después, el amigo de su novio les propuso repetir la experiencia. El novio de Paloma estaba ajetreado, así que acabaron quedando a sus espaldas. Se acostaron y la historia se ha repetido bastantes veces. Ella no sabe si decírselo a su novio. No lo considera infidelidad, ya que fue él quien le animó que se acostara con este amigo al proponerle el trío.
*Texto: María Aragonés