El nuevo noviazgo de Enrique Ponce y la ruptura de su matrimonio con Paloma Cuevas son la bomba mediática del momento. Por un lado, Enrique pide respeto para él y su pareja Ana Soria, asegurando que están enamorados. Por otro, Paloma solo se preocupa por sus hijas en este duro conflicto.
Pero, ¿cuál es el origen de todo? Al parecer, la separación «de hecho» comenzó hace dos años, cuando la distancia provocada por la profesión de él (torero) empezó a desgastar tanto la vida matrimonial como la familiar.
Desde entonces, ambos cónyuges decidieron aguantar por las niñas y por el miedo al revuelo mediático que, a pesar de retrasarlo, ha acabado llamando a sus puertas igualmente.
Hoy, Ponce ya ha rehecho su vida y está cansado del acoso informativo. De hecho, su joven pareja ha desactivado su cuenta de Instagram en las últimas horas.
«Ana y yo solo pedimos que nos dejen vivir nuestro amor», declaraba el diestro recientemente.
Como en toda separación, siempre hay dos versiones de lo ocurrido. Para Paloma Cuevas está siendo difícil gestionar esta situación, aunque en ningún momento ha cargado contra su futuro exmarido, a quien no ha acusado de serle infiel.
No obstante, la modelo y empresaria ha dejado algún recadito estos días en declaraciones para la revista Semana, asegurando que no se siente preocupada en lo económico y que en 27 años no han tenido una crisis.
«No se puede dinamitar a un matrimonio y a una familia por un período nimio comparado con 27 años”, confesaba Cuevas en última instancia.
Sea como sea, parece que el debate no ha hecho nada más que empezar.
© Sociedad Española de Radio Difusión, S.L.U.
© Sociedad Española de Radiodifusión realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin de conformidad con el artículo 67.3 del Real Decreto-ley 24/2021, de 2 de noviembre.