Se levanta con hambre pero después de atiborrarse, le entra sueño de nuevo. Nadie mejor que Garfield para resumir la rutina de los felinos. Seguramente, tu gato se sentiría identificado con la vida del minino naranja más famoso del planeta. ¿No crees? Podrás pensar que se encuentra mal, que tiene depresión, que está cansado o triste… pero a ciencia cierta no lo sabrás jamás.
El Día Internacional del Gato es el momento ideal para celebrar a tu fiel compañero. En Cadena Dial tenemos la solución definitiva para entender mejor las reacciones de tu mascota. ¡Presta atención!
El idioma de los gatos es mucho más sutil y heterogéneo que el de los perros. En ocasiones, descifrar sus mensajes resulta más complicado que resolver un jeroglífico egipcio. Hasta 25 señales visuales usadas en 16 combinaciones. Si eres de letras y te encuentras más perdido que en la isla de Perdidos, continúa leyendo para descubrir si le estás dando a tu gato lo que quiere.
Si tu gato y tú vais en pareja al cuarto de baño, como un par de amigas adolescentes en una discoteca, tienes de saber que es una conducta más habitual de lo que crees. Los expertos encuentran hasta tres explicaciones. Por un lado, puede tener que ver con su necesidad de reclamar tu atención. Sí, aunque no lo creas, ese gato pasota que te mira con desinterés te ha cogido cariño.
En segundo lugar, al sentirse dueño de la casa, se ve en la obligación de salir a hacer la ronda y a inspeccionar su territorio. Por último, esta pauta se debe a la búsqueda de humedad después de haber permanecido en espacios más cálidos de tu hogar. Vamos, que ese animalito te está controlando, y algo más, se cree que ese lugar en el que vives es su propia casa.
Los ingleses lo llaman «hacer galletas«. Seguro que has notado que tu felino acomoda sus almohadillas cuando se apoya en tu regazo o cuando prepara el terreno antes de recostarse en el sofá. Tampoco te vayas a creer que es el único que tiene ese comportamiento, todos los gatos del mundo lo hacen.
En este caso, los entendidos ofrecen dos razones. Por un lado, se trata de un acto que aprenden de la madre y suelen repetir (muy original tu gatete). Otra explicación reside en la necesidad de marcar el territorio con las glándulas de sus patas. Otra vez, la casa es suya.
Es una de las partes más expresivas de su peludo cuerpo. La situación marca su grado de felicidad. Más arriba, más feliz. Más abajo, menos feliz. Si está asustado, se inflará. Si está molesto, la meneará de manera agitada. Si inclina su punta, mostrará curiosidad por algo.
También puede moverla lentamente mientras se encuentra recostado contemplando un objeto. Este comportamiento quiere decir que tu gato está especialmente concentrado, y es posible que de un momento a otro salte para buscar a su presa.
Cuando una mosca o un pájaro se interpone en su camino, o incluso cuando nieva, observarás cómo su boca tirita. Tranquilo, también es normal y existen varias teorías. Puede deberse a un acto instintivo, pero también indica frustración al no poder cazar o excitación al ver una presa.
El ronroneo es, sin duda, el acto más gratificante para ti como dueño. Estáis los dos en el sofá, con la manta, la estufa y viendo una peli… ¿de fondo? Lo escuchas a él ronronear, y efectivamente sientes que está feliz.
En definitiva, tu gato habla con sus gestos y resulta necesario conocer las razones de su lenguaje no verbal para dar respuesta a sus necesidades con garantías. Recuerda que, aunque parezca que no lo demuestra, te quiere, ¡y mucho!
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