Pero en realidad, cuando terminamos de hacer un ejercicio intenso deberíamos evitar cuatro hábitos que hacemos con bastante frecuencia y que no suele ser lo mejor para nuestro cuerpo… si eres sólo de hacer yoga o ejercicios más tranquilos, no tengas esto en cuenta.
Nuestro cuerpo después de realizar ejercicios de alta intensidad, necesita un tiempo de relajación y estiramiento… es decir, tenemos que ayudar a que vuelva a su estado habitual… por eso deja a un lado estos cuatro hábitos que te traemos a continuación… ¡mira!
1. No ducharte: lo más normal y lo ideal para tu cuerpo, es que justo después de entrenar… te duches, ya que así evitarás que tu cuerpo desarrolle bacterias innecesarias que pueden causar irritación y erupciones en tu piel.
Después de la ducha, no te olvides de utilizar crema hidratante… con ésto mantendrás tu cuerpo limpio e hidratado, pero además conseguirás que éste empiece a relajarse después de una sesión intensa.
2. No cambiarte la ropa: al igual que la ducha, si no cambias tu ropa… puedes dar pie a numerosas bacterias, ya que el sudor se acumula bastante fácil en estas prendas.
3. No comer: mucha gente piensa que tras hacer ejercicio y haber quemado calorías, lo ideal es no comer… ¡error! Después de una sesión intensa de ejercicio, nuestro cuerpo necesita recargar pilas, y esto se consigue normalmente a través de la comida.
Lógicamente, come algo ligero… un batido, fruta, o nueces son siempre una buena opción.
4. No al sofá: antes de tirarte al sofá deberías tener claro que has cumplido con todo lo anterior, pero además, deberías darte unos 5 o 10 minutos de estiramiento… no necesariamente tienes que hacerlo en el gimnasio, estos minutos puedes hacerlos de camino a casa, aprovecha para hacer algún tipo de estiramiento, aunque sólo sea de brazos.
De esta manera conseguirás que tus músculos estén mucho más relajados y evitarás lesiones innecesarias.