Limpiar las uñas con quitaesmaltes sin acetona para arrastrar posibles restos de esmaltes y cremas, facilita que el esmalte se adhiera mejor.
Después aplica una base transparente antes del esmalte a ser posible con vitaminas y antioxidantes para regenerar la uña, creará una capa protectora que evitará la rotura del esmalte.
Aplica dos capas de esmalte, pero han de ser finas, si no será más fácil que te salgas y te pintes los dedos y además a mayor grosor es más fácil que salte el color.
Los productos que aceleran el secado del esmalte (drop dry) prolongan el color, consiguiendo un acabado perfecto. Además hidratan la cutícula y protegen la uña manteniendo su elasticidad. Y si eres impaciente o tienes prisa…mucho más imprescindible, reducen el tiempo de secado.
Sé cuidadosa a la hora de pintar los bordes de las uñas, no hacerlo facilita que el esmalte salte con más facilidad.
No existe una medida adecuada, se trata tan sólo de una decisión estética pero por ejemplo si trabajas con ordenador muchas horas evitarás golpes y molestias si las llevas cortitas.
Respecto a la cutícula, no se debe cortar, ya que forma una membrana de protección en el nacimiento de la uña, si la quitamos esta estará más expuesta a agresiones e infecciones.
Conviene descansar cinco semanas después de una manicura permanente para que la uña se hidrate y se fortalezca.
Si notas que tu uña está la uña debilitada, frágil, con estrías y poco brillo es el momento de dejar de pintarlas por un tiempo.
Y a presumir de manicura!