“El nivel de ansiedad fue enorme cuando escuché por primera vez: ‘Vamos a cancelar la gira y sabe Dios si alguna vez volverás a la carretera'». Esta es la frase que desencadenó la angustia del cantante. Llevar tantísimos años de concierto en concierto y que te lo quiten de repente hace que te sientas vacío. Todo su mundo se vino abajo ya que su vida gira en torno a la música.
El cantante puertoriqueño asegura que la mejor opción en ese momento era encerrarse a componer. La música es la aliada de cualquier problema por eso decidió desahogarse en ella ya que era la única forma de poder liberar todo lo que estaba sintiendo en ese momento. «Hablé con algunos compañeros. Todo estábamos igual: ansiosos, agobiados, tristes…», reconoce Ricky en la entrevista que hizo para Document Journal.
La verdadera solución para el cantante fue intentar adaptarse a esa nueva normalidad a la que todos los artistas tuvieron que enfrentarse. «Pensar desde una nueva perspectiva y crear cosas diferentes dentro de la música, esa ha sido mi medicina», contaba. El compositor también ha confesado que estar con su familia ha sido un gran salvavidas en este 2020 tan alocado.
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Su último lanzamiento fue junto a Bad Bunny con No me importa. Ahora el artista viene con un tema navideño y la participación en la película de Netflix Jingle Jangle: Una mágica Navidad. Ricky ha puesto voz a la melodía que acompaña esta película recién estrenada.