Tener amigos con derecho a roce puede resultar muy tentador al principio, ya que permite practicar sexo con frecuencia sin las ataduras de una pareja formal. Pero no todo el mundo puede mantener este tipo de relaciones. Si surgen sentimientos es prácticamente imposible dejarlos a un lado.
Michelle está notando algo parecido. Conoció a un chico hace dos meses y, en principio, ninguno de los dos quiere nada serio. Se ven a diario, pero aseguran que no son pareja. Sin embargo, él le demuestra lo contrario ya que siente celos muchas veces. Parece que se está enamorando y no quiere asumirlo. Michelle cree que él aceptó este pacto por miedo al compromiso tras el final repentino de su última relación. Por su parte, ella tampoco tiene claro cómo se siente. Reconoce que le gustaría tener algo serio con él más adelante y que es muy feliz a su lado.
*Texto: María Aragonés