En esta ocasión, hablamos de una manera diferente de tomarse que un hijo de 16 años haya probado las drogas por primera vez. La madre exige un castigo ejemplar pero a nuestro atrevido «le da la risa«: «Nos ha dicho que nunca lo va a volver a tomar», explica.
Además, otro argumento que da sobre su actitud es que él también lo hacía a su edad y no le resulta «tan grave». Todo un error, en palabras de Pedro García Aguado, porque cualquier toma de contacto con drogas ilegales lleva a posibles trastornos.